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Un petrolero casado de Siberia señoras maduras mexicanas calientes aparece frente a un trabajador del solarium

Creo que entiendes que no hay bronceado en Siberia. Pero este siberiano barrigón quiere broncearse como si acabara de regresar de Bali. Aunque se ocupaba del petróleo, pudo concertar unas vacaciones para una o dos personas allí. Tras decidir no gastar dinero en perder el tiempo, el petrolero casado se dirige al solárium, donde se desnuda y se masturba la polla mientras el empleado del establecimiento busca pegatinas señoras maduras mexicanas calientes para sus pezones. Una pequeña morena está un poco avergonzada por la estrella en ascenso del cliente, pero con calma pega un parche brillante sobre el hombre, dejando una polla larga para masturbarse en la sala de bronceado.

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